Ni un ventilador mecánico en los hospitales de la región. En las próximas semanas se requerirán para salvar vidas. Gobernador Anselmo Lozano rechazó orientación de especialistas.
Un panorama aterrador, se cierne sobre la región Lambayeque. En las próximas dos semanas “duras y difíciles” según el ministro de salud Víctor Zamora, el COVID-19 mostrará su verdadera furia y una de las regiones que más golpeará será la nuestra.
La espantosa verdad: más de 100 infectados por el COVID-19, 15 fallecidos, se espera el resultado de 390, y una letalidad del 3% y sin ningún ventilador mecánico en los hospitales; es decir, los pacientes críticos, están condenados a morir.
Testarudo
La obstinación y estupidez de la que ha hecho gala el gobernador regional Anselmo Lozano Centurión, con el manejo de la pandemia del Coronavirus, finalmente pasara la factura a los lambayecanos, que se negaron acatar el confinamiento social obligatorio, para detener el avance del COVID-19.
La medida era simple. Además del aislamiento, los especialistas recomendaban, lavado de manos con agua y jabón, distanciamiento social y otras normas sanitarias. Para lozano, eso era pan comido, algo sencillo, que decidió manejar solo la estrategia contra la enfermedad, prescindiendo de los especialistas de los colegios profesionales de la salud del departamento.
Literalmente los hechos de su despacho, les cerró la puerta y nos jodió a todos.
Arrogancia peligrosa
Al término de la reunión y en referencia al gobernador regional, el congresista Jorge Pérez dijo lo siguiente: “Nos hemos puesto a su disposición (de Lozano) pero él cree que no es necesario articular con nosotros. (…) Él es el que va a hacer todo, él dice que ya sabe todo, conoce absolutamente todo y bueno, esperamos que le vaya bien”
Ante el inminente colapso del
sistema hospitalario, por el aumento descontrolado de las infecciones, dos
semanas después de haberse declarada la emergencia sanitaria, Anselmo Lozano
solicito insumos y equipamiento, al gobierno central. Un salvavidas que tal
parece, llegara demasiado tarde. (o talvez nunca llegará).
Pero eso, no es la primera evidencia de la incapacidad del terco gobernador. La vergüenza fue nacional.
Vergüenza
Al día siguiente que se declaró la Emergencia Nacional, a través de directivas precisas, el Ministerio de Salud (MINSA), encomendó a los gobernadores regionales que determinen un lugar para implementar un hospital de campaña para los pacientes graves, infectados por el COVID-19
Los peruanos se quedaron estupefactos, cuando la prensa nacional difundió la decisión del obstinado, Anselmo Lozano Centurión, quien decidió ubicar -en un polvoriento y abandonado corralón lleno de chatarra- el hospital de campaña, resulto ser frágiles carpas de camping, que el viento se las llevo. ¡Qué vergüenza!
Para arreglar el escándalo, la jefa de epidemiologia Dafne Moreno, salió a decir que se tomarán medidas. Los correctivos, fueron mucho más escandalosas. “Se ha previsto colocar una separación de las carpas de aislamiento con las ambulancias malograda y chatarra, hasta que éstas se retiren”, expresó.
Oración y ayuno
En medio de esta escalofriante perspectiva, se pone en relevancia la propuesta del consejero regional Manuel Huacchillo, quien consiguió el primer e histórico Acuerdo regional, para que los cristianos, católicos, evangélicos y no congregantes de toda la región de Lambayeque, dedicáramos los días 22 y 29 de marzo a ayunar y orar para “combatir el COVD 19”
La moción fue aprobada por 9 votos. El fundamento de la propuesta de Huacchillo “para interceder ante Dios y cese la pandemia”, se apoyaba en el siguiente razonamiento: “…al no haber un antídoto oficial para combatir el COVID -19, que pone en peligro la nación, contribuir con una reflexión espiritual y que, por medio de la fe, obre en sobrenaturalidad y se diluya este mal que nos afecta a todos”.
El presidente Vizcarra fue directo el día de hoy 6 de marzo, en la acostumbrada conferencia de prensa al declarar que hay gobernadores regionales que no han contribuido a la batalla contra el COVID-19.
La imputación no pudo ser más directa. Todo lo que suceda en las próximas semanas, también será reclamado al incapaz gobernador regional Anselmo Lozano Centurión. ¡Que el gran Dios nos ampare! Oremos.
