- En Lambayeque el 73% de los beneficiarios del PVL, no son pobres, ni pobres extremos.
- Municipalidades no han sincerado padrones desde hace 20 años.
- Presidentas del PVL, son las que deciden a quienes incluir en programa social.
La reestructuración total del Programa del Vaso de Leche (PVL) a nivel nacional, propuso el congresista por Lambayeque, Humberto Acuña Peralta (APP). El propósito de la iniciativa legislativa es, que los S/ 360 millones de soles que el Gobierno destina al programa, atienda realmente a la población vulnerable.
Según el parlamentario el 0.23% del presupuesto nacional (2018) que se asigna al PVL, resultaría insuficiente para garantizar la atención de la población pobre y en pobreza extrema; es más, en los últimos siete años no ha registrado incremento alguno, lo cual dificulta que los municipios cubran los gastos pues cada vez atienden a más pobladores.
Sin embargo, lo más importante de la propuesta de Humberto Acuña, reside en que, a partir de la aprobación de la ley, los gobiernos locales impulsen el sinceramiento del padrón de beneficiarios, es decir, la depuración de infiltrados que según alerto ComexPerú, (Sociedad de Comercio exterior de Perú), más de 550,000 hogares reciben vaso de leche sin necesitarlo.
¿Es eficiente el PVL?*
De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), el PVL proporciona diariamente una ración alimentaria (leche u otro producto) a una población beneficiaria en situación de pobreza o pobreza extrema.
Su prioridad deberían ser los niños entre 0 y 6 años, y las madres gestantes o en periodo de lactancia; y, en segunda instancia, los niños entre 7 y 13 años, adultos mayores y personas afectadas por tuberculosis.
En todos los casos, los beneficiarios deben ser pobres o pobres extremos en términos monetarios. No obstante, ¿estas premisas se cumplen?
La mayoría no son pobres y tienen empleo
De cierta manera, se justificaría que las madres del Vaso de Leche le entreguen la ración a una persona que, a pesar de no estar dentro del rango de edad, es decir, una infiltrada, sea pobre. A fin de cuentas, el objetivo final de una política asistencial como esta es aliviar la pobreza.
No obstante, las cifras de la ENAHO muestran un alarmante panorama: el 90% de los infiltrados en el programa (2.4 millones de personas) pertenece a familias que no son pobres. Es más, el 86% de los jefes de hogar de estas familias infiltradas está empleado o tiene un negocio propio.
El último reporte de Comex, da cuenta que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) de 2018 de INEI, en dicho año, 917,477 hogares se beneficiaron con el PVL.
Sin embargo, el 60.2% de estos hogares no califica dentro de la categoría de pobreza, alertó el gremio. Así, del total de hogares beneficiados, solo un 7.4% califica dentro de la categoría de pobreza extrema y un 32.4%, dentro de pobreza. En concreto: 552,470 hogares no debieron beneficiarse del programa, porque ni siquiera cumplieron el requisito principal.
Lambayeque 6to. en ranking de infiltrados
En tanto, precisó el gremio que, si se analiza a los beneficiarios por departamento, tenemos que Lima fue el de mayor número de hogares beneficiarios y concentró un 19.5% del total, seguido por Cajamarca (8.7%) y Piura (6.5%).
En cuanto a los departamentos con mayor tasa de infiltraciones, Ica ocupó el primer lugar al registrar un 96.4% de hogares beneficiarios que no debieron recibir el PVL. A este le siguieron Madre de Dios (95.7%), Tumbes (83.1%), Ucayali (79.7%) y Lambayeque (74,4%).
Así, solo tres departamentos registraron una tasa de infiltración menor al 50%: Puno (49.9%), Amazonas (42.9%) y Cajamarca (38.7%).
Peor aún, si bien esta situación se repite año tras año, este porcentaje creció al 58.6% en 2017, es decir, en 2018 el porcentaje de infiltraciones aumentó. ¿Cómo estará en el 2020?
¿Se ayudan a los que realmente lo necesitan?
Si bien el programa tiene como objetivo mejorar el nivel nutricional de las personas que, dada su situación, no pueden cubrir sus necesidades elementales, se estaría beneficiando a un gran número de hogares que sí cuentan con dicha capacidad.
Así, el 89.4% de los jefes de hogar de las familias infiltradas tiene un empleo y un 1.3% posee un negocio propio. Además, en promedio, el ingreso mensual que recibió el jefe del hogar de una familia infiltrada ascendió a S/ 2,497.
En el 83.6% de estos casos, el jefe de hogar percibió ingresos superiores a S/ 1,000 y en el 51.5%, superiores a S/ 2,000. Sin embargo, lo más sorprendente es que existieron familias (0.38% del total) que se beneficiaron del programa aun cuando su jefe de hogar percibió un ingreso superior a S/ 10,000.
Al analizar las condiciones de vida de estas familias, anotó el gremio el 73.7% tiene una casa propia, y esta fue construida con material noble en un 38.4% de los casos.
En cambio, el 58.1% de los hogares infiltrados cuenta con desagüe; el 57.7%, con servicio de agua potable, y el 93.9%, con alumbrado eléctrico. Además, un 33.4% tiene por lo menos un televisor; un 17.4%, acceso a internet; un 8.7%, teléfono fijo, y el 93.9%, celular.
Por tanto, es evidente que estas personas también tienen la capacidad para atender aquellas necesidades que están siendo cubiertas por el programa. ¿Cuál es el filtro del Midis?
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* Semanario N.º 950, ComexPerú – Agosto 17, 2018