No es posible inscribirse en un programa de doctorado, para llevar cursos, sin haber concluido la maestría con la aprobación del trabajo de investigación
Indagaciones periodísticas que se van por las ramas y declaraciones del rector de la Universidad Alas Peruanas, realizadas hace algunas semanas, han generado cierta incertidumbre sobre los posgrados de la Fiscal Benavides. Pero en realidad esta información adicional abona la certeza de que los dos diplomas de posgrados entregados por la UAP son falsos.
El tema central de estos posgrados no radica en que los trabajos físicos o virtuales no aparecen o son de precario nivel académico, sino en que –aunque aparecieran- no tienen validez.
Incoherencia…
En un incoherente fraseo el rector de la UAP declaró hace algunas semanas que la actual Fiscal de la Nación “Luego de (…) haber concluido sus grados de maestrías y doctorados del programa (en la Universidad San Martín de Porras), se incluye en un programa de actualización (en la UAP) que más del 80% de universidades peruanas hacía para el pre y para el pos. Usted podía concluir estudios de pregrado en una universidad y sustentar, posteriormente, en otra. Eso estaba legalmente establecido…”
Al respecto debe precisarse que los posgrados académicos se concluyen con la sustentación y aprobación del informe final de investigación; luego de lo cual, tras un trámite administrativo, se confiere el diploma del grado correspondiente. Ergo, quien ha concluido su posgrado no necesita inscribirse en un programa de actualización. Lo que sucede es que muchos postulantes concluyen los créditos académicos (o ciclos de estudios) pero no la investigación iniciada, quedando trunca la sustentación y obtención del grado por un tiempo determinado.
… y falsedad
Así mismo, la ambigua afirmación de que este programa de actualización se implementó en “más del 80% de universidades peruanas” para “el pre y para el pos” porque “Usted podía concluir estudios de pregrado en una universidad y sustentar, posteriormente, en otra” es falsa en su extremo más importante.
Con anterioridad a la Ley N° 30220, algunos bachilleres obtenían el título profesional en una universidad diferente a la que les otorgó este grado; procedimiento que se sustentaba en una interpretación del Capítulo III (De los estudios y grados) de la anterior Ley Universitaria N° 23733 e implicaba la culminación de una fase académica: la obtención del grado de bachiller.
Sentido común
Pero lo dispuesto en el referido capítulo no facultaba a los estudiantes de posgrados para realizar este mismo procedimiento y llevar los cursos de un posgrado en una universidad y sustentar la investigación en otra, ni a las universidades promoverlo; por el contrario, los estatutos y reglamentos universitarios precisan los requisitos para acceder y egresar de estos programas e incluso prevén los traslados a otras universidades para continuar los estudios e investigaciones.
Estos requisitos son básicos y de sentido común: para inscribirse en una maestría es necesario el grado de bachiller y para postular a un doctorado se requiere contar con el grado de maestría (que sólo se obtiene con la aprobación de la tesis de investigación).
Ilícito
Sin embardo, la universidad San Martín de Porras permitió a muchos profesionales inscribirse ilícitamente en un doctorado sin haber concluido la maestría con la seguridad de “regularizar” este dolo una vez emitido el grado pendiente.
Esta práctica, que realizaban también otras universidades, concluyó al obligarse el registro de los trabajos de investigación en el RENATI, hecho que impidió continuar con este fraude. La razón es muy sencilla: Los grados académicos son progresivos, no simultáneos. Por ello, es ilícito que la USMP permitiera que la actual Fiscal Benavides acceda a un doctorado para “seguir estudios” sin haber concluido la maestría.
Pago por títulos de posgrados
El programa de actualización que la UAP implementó era básicamente una vía rápida, pero ilegal, para obtener un diploma falso de posgrado por parte de quienes habían dejado en suspenso la conclusión de sus tesis. Su costo total de 18 000 soles por cuatro meses no guarda relación alguna con las 32 horas académicas impartidas en ese lapso y por un solo docente. En realidad, y según las evidencias se trataba de un pago subrepticio para aprobar la sustentación de la investigación sin considerar las exigencias académicas ni las formalidades administrativas para ello. Era lógico entonces que ningún informe final fuera desaprobado bajo este esquema.
Este hecho implica que todos los posgrados otorgados bajo esta modalidad, en la UAP u otra universidad, son nulos… con todas las consecuencias que de ello se deriva.
Cultura del “cartón”
Los estudios de posgrado tienen carácter científico y no sólo profesional; son trabajos de investigación que desarrollan el conocimiento científico o aportan soluciones a problemas relevantes de la sociedad. La excepción son las mal llamadas maestrías de “especialización” en las que se imparten materias relacionadas con la gestión e inversión pública y de algunos avances teóricos o tecnológicos. Nada de investigación científica, pero toda una puerta abierta para el negocio y el mercado negro del “cartón” académico.
Los posgrados se han convertido en parte de una hoja de vida laboral y ante su enorme demanda las universidades, y los docentes implicados, los degradaron a una actividad más para generar ingresos económicos y la aprobación en serie de tesis producidas en base al copia y pega.
“Doctores” de fabrica
Este escenario generó la aparición de argollas al interno de la academia y una red de mediocridad en sectores públicos estratégicos como el Poder Judicial, el Ministerio Público, el magisterio y el sistema universitario, entre otros.
La implementación del Registro Nacional de Trabajos de Investigación (RENATI) y el software TURNITIN (que detecta la similitud de los trabajos) no ha eliminado esta nefasta “cultura del cartón”. Para eludir este control de calidad han hecho su aparición las “fábricas” de trabajos de investigación a las que personas, sin capacidad ni honestidad académica, recurren para cumplir su sueño del posgrado.